
Oigo suspiros.
Cantos gloriosos leves,
voces tenues del más allá.
Es mi sangre que clama?
Es mi herencia que me llama?
Estoy presente luego del naufragio.
Observo la inmersión de aquellos navìos
causantes de esa marea roja,
que golpea sin piedad los limites de un mar sangriento,
que trae huestes muertas,
fertilizando el suelo muerto.
No le temas a mi naturaleza.
cercenemos nuestras venas,
cortemos nuestros miembros,
laceremos nuestras arterias,
Se paciente y espera.
Bésame cuando sangren mis labios,
absorbe mi vida, consume mi esencia
hagamos el amor hasta que muera.
Veo imágenes
Visiones negras difusas
Ilusiones confusas que no he de creer
Las verás cuando sangres
en el paroxismo de dolor, del hambre;
cuando sientas que el olor de la carne despierta a tu primitivo ser
Y en el momento feneciente
recuerda los dias pasados
siempre latentes en la mirada de tu gente,
y en los ojos de los bebes
encuentra el remedio a la fatalidad
pues son prueba viviente de tu inmortalidad
Mirame ahora, observa quien eres
vestida de rojo o bañada en sangre estás
Mira al cielo en la tempestad
para observar mis ojos sangrantes
y acude a mi cuando mi voz te llame
o cuando tus hijos te proclamen
en tu tumba en tu cripta,
o en los frias noches que se aproximan
Indaga en mis pupilas, indaga mi partida,
delira y sueña sin prisa hasta que persibas que tu descendencia
distinta y superior del resto exija tu presencia en las gloriosas horas
en sacrificio escarlata a tu memoria
Tengo la mejor armadura del mundo... mi cuerpo
poseo la mejor espada de todas... mi mente
Beso el yerto terreno de la futura batalla que se olfatea dulce, sujerente
Degollaré gargantas si la situación lo requiere
succionando de ellas para saciar mi sed
y al beber la sangre de mis enemigos me adueñare de sus instintos
y asimilaré el alma de quien vierta su sangre conmigo
será mi padre, mi hermano, mi hijo
y al oír los gritos en el fragor del combate
contigo acudiré donde caido estés
para a tu lado yaser
y compartir esos cantos gloriosos
y esas imágenes difusas
que siempre retumbarán en tu semblante
cuando nazcas, cuando mueras o cuando sangres.
A Mel
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